Tener hijos es una experiencia única, no podemos decir que es una experiencia en la que todo es color de rosa porque, evidentemente, ¡no es así! Ningún camino, por muy maravilloso que éste sea, resulta placentero todo el tiempo porque la vida no es así, la vida es un subir y bajar de emociones.
¿Eres una chica que está planeando convertirse en madre pronto? Seguramente ya hablaste con varias madres a tu alrededor y todas coinciden en que esta experiencia transforma tu vida para siempre. Sí, hay un antes y un después de la maternidad y, por lo general, seguro ya lo hablaste con varias mamás, es una de las experiencias más fantásticas y enriquecedoras que existen.
“Muchas cosas cambiarán en tu vida” suena a la típica frase trillada que escuchamos siempre cuando decimos que queremos convertirnos en madres. Pero aunque no lo creas no es una frase que se repite como un cliché, sino que, evidentemente, tu vida no volverá a ser lo que fue.
Lo primero es que alguien, un ser humano, dependerá de ti los próximos dieciocho años de su vida (o más) y el vínculo que los une no podrá romperse jamás.
Estamos acostumbrados (sobre todo en esta época) ha romper con todo aquello con lo que no podemos lidiar, pues ¡he aquí tu prueba de fuego! esta relación no podrás romperla nunca y por tanto es, quizás, la única que debes aprender a alimentarla todos los días de tu vida.
A eso añadimos los cambios que experimentarás en tu cuerpo, tus horarios y hasta tus comidas.
Pues si, eso de que los niños hacen lo que ven no es más que la puritita verdad. Así que mucho cuidado con tus opiniones, incluso con tu concepción del mundo. Tu hijo o hija estará atento a todo lo que dices y ¡sobre todo! seguirá tu ejemplo. Así de sencillo: en tus manos está la educación de un hombre o mujer del futuro.
¿Suena un poco loco, verdad? Pero, según una investigación realizada por la Universidad George Manson en Virginia, las células de mujeres que son madres aceleran mucho más rápido de las que no son, dicen que su envejecimiento es hasta de 11 años más. ¿Cómo lo ves?
Según la misma universidad el envejecimiento que se produce en nuestras células al ser madres es el doble que fumar, beber y ¡hasta tener sobrepeso!
El estudio se basó en los resultados de dos mil mujeres entre los 20 y 44 años de edad y pudieron ver que los telémetros de quienes habían sido madres eran mucho más cortos de aquellas que no lo eran.
Los telémetros, señalan los especialistas, son la parte final de los cromosomas y se asocian con la vejez y el proceso de oxidación. Cuando somos jóvenes son mucho más largos y a medida que envejecemos se acortan y, al parecer, aceleradamente en el caso de ser madres.
Por: América Paredes A lo largo de la vida seguro has creado muchas amistades; en…
Por: Mayra Dávila Se dice que el desayuno es la comida más importante del día,…
Por: Mayra Dávila Si este año estás planeando realizar tu primer viaje sola, conectar contigo…
Por: Mayra Dávila ¿Alguna vez has escuchado o visto videos en los que se menciona…
Por: Mayra Dávila Recientemente se estrenó en Netflix la serie limitada Adolescence (Adolescencia), la cual…
Por: Valeria Bocanegra Cada cierto tiempo hay alguna serie de la que todos están hablando.…