¿Ya te enteraste qué…? Esa frase que nos gusta tanto escuchar porque sabemos que vendrá acompañada de una gran información que será de nuestro interés (o tal vez no). Chisme, le llaman. Aunque usualmente suele estar relacionado con algo negativo, lo cierto es que no siempre lo es, pues también tiene su lado amable.
Echar el chisme es una de las actividades favoritas de muchas personas. Además de enterarnos de los eventos o situaciones de la vida de otros, tiene varios beneficios como crear lazos sociales. Descubre por qué nos encanta el chisme:
Desde un punto de vista psicológico, la comunicación basada en chismes tiene muchas ventajas sociales. El trasmitir información (verificada o no) de terceras personas, o enterarnos de los escándalos del momento genera endorfinas, ataca el estrés y fortalece el sistema inmunológico.
¿Te juntas con un grupo de amigas o amigos para chismear? También nos ayuda a integrarnos y fortalecer vínculos en una comunidad; refuerza la comunicación con personas que comparten nuestros mismos intereses.
De la misma forma sirve para establecer acuerdos con nuestro grupo social. Al encontrar que compartimos opiniones similares en ciertos temas, genera alianzas.
De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, un chisme no se considera como tal si no tiene un público y no impacta en un grupo en específico. Por eso, al compartir esa información con tus personas, se dan los beneficios sociales ya mencionados.
Comunicar un chisme puede estar motivado por razones diferentes, configurado con mentiras o verdades; quien relata elige qué aspecto destacar. El estado de ánimo o la personalidad de cada persona determina si un chisme resulta positivo o negativo.
Recuerda que al ser una práctica muy común debemos ser responsables con la información que se maneja, pues los rumores pueden afectar negativamente la vida de los involucrados.
¿Cómo te gusta acompañar el chisme, con café o un vinito? ¡Cuéntanos por qué te encanta y con quién sueles compartir esos momentos de plática!
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