Cómo mejorar tu autoestima y que nada te afecte
Por: Kathia Cervera
Mucho se habla sobre la seguridad y la autoestima, sobre las diversas formas de elevarlas y hacerlas parte de nuestra vida. Sin embargo, ¿Cuántos de nosotros en realidad logramos mejorarlas? La sociedad nos ha ido imponiendo, poco a poco, ciertos estereotipos a seguir, “normas” que, en teoría, deberíamos seguir e incluso ideales que nos dicen cómo deberíamos vernos y actuar. Si bien el orden y las reglas son necesarios para una convivencia tranquila, la verdad es que muchos de estos parámetros resultan inviables e inalcanzables, provocando frustración en la mayoría de nosotros al vernos tan lejos de ello. ¿Qué puedes hacer para atacarlo? Enfocarte en ti, crear una nueva y más segura versión a la que ningún comentario externo, opinión o crítica, le genere siquiera un disgusto. ¿Te interesa? Aquí te dejamos algunos tips para mejorar tu autoestima y que nada te afecte:
El autoconocimiento es clave
Autoconocerse no se trata únicamente de saber cuál es tu helado favorito o el color que más tienes en tu clóset. Es algo más profundo, sobre tus emociones, reacciones, tus valores y esos innegociables que no podrías sacrificar por nada ni por nadie. Parte de esto, es analizar cuáles son tus fortalezas, tus talentos y tus metas. Es importante que tengas muy en claro esto, pues es el primer paso hacia una seguridad más sólida. Si sabes bien qué quieres y qué estás haciendo para conseguirlo, nada podrá moverte. Eso sí, la flexibilidad y la adaptación son muy importantes para seguir creciendo, llegar a tu meta y fortalecer tu autoestima. El autoconocimiento no se trata de meditar por horas o practicar yoga (aunque puede ayudar), puedes escribir un diario o incluso tomar algunas sesiones de terapia que te guíen en este proceso.
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Aceptación: soltar lo que no es tuyo
Con la aceptación, viene el desapego. Es un hecho que todos tenemos áreas de mejora; los errores y aprendizajes. Incluso las imperfecciones son parte de la vida de todos nosotros. Aceptarlas y sacar lo mejor de ellas, cambiar tu perspectiva respecto a las equivocaciones o a lo que algunos ven como “defectos”, te acercará mucho más a ti mismo, promoviendo el amor propio y la autoestima alta. Equivocarnos nos hace humanos y no nos resta valor, al contrario, nos llena de lecciones. Acepta lo que tienes y lo que eres, pero deja ir lo que no te corresponde y no está en tu control. Suelta lo que no te pertenece para que puedas enfocarte en tu mejora y crecimiento. Una vez que hagas esto, lo que otros digan o hagan, no podrá afectarte.
No mires a los demás
Es muy fácil criticar a otros por sus acciones o sus decisiones, de hecho, es común. Sin embargo, esto representa algo negativo; debes enfocarte en tu propio actuar, en mejorarlo y en empatar lo que haces todos los días con tus valores, con esos objetivos que te has planteado. Claro, es bueno tener una referencia de tus personas cercanas para hacer una autoevaluación y entender en dónde estás parado, pero créenos, juzgar a otros es, además de una pérdida de tiempo, otra manera de juzgarte a ti mismo. Dicen que “lo que te choca, te checa”, así que no dudes que, si ves algo “malo” en alguien más, es porque, más bien, te estás reflejando. En lugar de eso, aprende de quienes admiras y están donde quieres estar, pero siempre regresa la atención principal a ti. Recuerda que, entre menos mires a otros, menos te importará lo que los demás piensen de ti.
Evita las comparaciones
Esto es muy importante para mejorar tu seguridad y autoestima. Debes entender que todos tenemos historias distintas, oportunidades diferentes y aprendizajes diversos. Cada quién se enfrenta a los obstáculos necesarios para aprender las lecciones que le tocan. Por eso mismo, las comparaciones son inútiles, pues no todos comenzamos la carrera sobre la misma línea inicial; tampoco llegamos todos a la misma meta. La única competencia debe ser contigo, debes asegurarte de ser mejor que ayer y repetir esto todos los días; sólo mejor que tú, nadie más está en esa contienda. Sabemos que el “FOMO” (Fear Of Missing Out -temor a perderse un evento social o cualquier otra experiencia positiva-) es real, pero ten por seguro que todo lo que necesitas llegará a ti en el momento indicado, especialmente una vez que ya has hecho conciencia de los tres pasos mencionados anteriormente.
Ponte metas realistas
El autosabotaje es muy común, solemos ponernos objetivos sumamente complicados, que rayan en la utopía. Lo mejor que puedes hacer es establecer metas a corto, mediano y largo plazo, que puedas cumplir de manera razonable, sin sacrificar tu salud física o mental. Haz un análisis objetivo de tu situación y de lo que requieres para lograr cada objetivo; trabaja sobre tus talentos y habilidades para lograrlo de manera efectiva. Está bien hacer pausas y replantearte el camino, pero nunca te detengas, mucho menos porque alguien te lo pida o te critique. La única persona que vivirá tu vida, eres tú, por más obvio que suene; a veces necesitamos que alguien nos lo recuerde. Concéntrate en cumplir tus propósitos, no en lo que otros piensan de ellos.
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Aléjate de personas negativas
No queremos sonar muy espirituales, pero la energía se contagia. Siempre será mucho más agradable rodearte de personas con una actitud positiva, proactiva y de escucha, que de quienes viven en constante queja o hablando mal de otros. Tener un entorno amigable, de confianza, donde puedas ser quien realmente eres, te ayudará a construir confianza en ti, en tu personalidad y en cómo te gusta desenvolverte ante la sociedad. Tu red de apoyo está aquí para eso, aprovéchala. Construye una base sólida, con personas que te sumen y te hagan crecer, que admires y con las que pasar el rato sea siempre nutritivo para el alma y la mente.
Celebra tus logros
Otra excelente forma de mejorar tu autoestima, es celebrando tus logros, por más pequeños que sean. Recompénsate por las cosas positivas que hagas y aprende a reconocer tus talentos, tus mejoras, las buenas ideas y hasta las grandes victorias. Tener la seguridad de que haces bien las cosas, te ayudará a no dudar de ti, a seguir atreviéndote y retándote para intentar nuevas cosas. No todos son capaces de verse a sí mismos con admiración sin rayar en el ego. Felicítate por lo que logres, siempre con humildad, sabiendo que cada día puedes hacerlo mejor. No sólo eso, contagia seguridad a los demás celebrando también sus batallas ganadas, transmitiéndoles que merecen reconocimiento por lo que hagan bien.