Última modificación 23/02/2022 08:13:47

Las claves para quitar los malos hábitos alimenticios

Cualquier cambio en nuestra rutina diaria se impulsa gracias a nuestra voluntad, y ahora que estás leyendo esto sumas un gran avance, pues el primer paso es tomar la decisión de modificar tus hábitos alimenticios y lo que sigue es buscar información al respecto, ya que puede ser más simple de lo que imaginas, así que vas excelente.

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Para gozar de buena calidad de vida, y también para bajar de peso, es imprescindible llevar una buena alimentación, checa lo fácil que es y no te pongas a dieta, mejor cambia tus hábitos.

 

1.- Correcta alimentación.

Una sana alimentación se basa en que tu cuerpo obtenga los alimentos precisos para trabajar correctamente. Para ello debes aprender a planear tus comidas y colaciones, ricos en nutrientes y bajos en calorías, puedes guiarte con “el plato del buen comer”, pues aprender a balancear cuántas proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales debes consumir en cada comida es básico y sencillo. Recuerda, al día necesitamos 3 comidas fuertes y 2 colaciones, una a media mañana y otra por la tarde

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2.- Identifica los hábitos que debes cambiar.

Ya tenemos la idea general de una sana forma de comer, ahora comienza a identificar y puntualizar cómo has llevado hasta hoy tu alimentación. Una manera efectivísima es haciendo notas, enlista la hora en que desayunas, comes y cenas, y qué alimentos son, los antojitos que “se te atraviesan”, y los lapsos de tiempo que te quedas sin comer. Visualizar fuera de tu cabeza tu rutina alimenticia es pieza clave para modificar tus hábitos, pues tendrás más conciencia de lo que has hecho mal hasta ahora, tómate una semana para este análisis personal y comienza a evolucionar tu manera de comer.

 

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3.- Básicos de una sana alimentación.

Es momento de especificar datos básicos de una correcta alimentación.

a) Horarios: el momento ideal para desayunar es en el transcurso de la primera hora después de levantarte, pues tu cuerpo necesita proteínas y carbohidratos, como algún lácteo, frutas frescas y cereales, para brindarte la energía indispensable para iniciar tu día. Sabemos que a veces es imposible programar horas exactas para comer, pero se recomienda que la hora de la comida esté entre la 1 pm y las 3 pm, y la cena una o dos horas antes de dormir y de preferencia sin frutas ni grasas saturadas, pues al dormir quemamos un mínimo de calorías. Estas sugerencias de tiempo pueden variar según tus actividades, pero intenta plantear así tus horarios, recuerda que entre estas 3 comidas estarán tus 2 colaciones. Procura no dejar pasar más de 4 horas para volver a consumir alimentos, comiendo 5 veces al día tu metabolismo será cada vez más rápido y quemarás las calorías necesarias diariamente.

b) Grasas: Especialistas sugieren que comer menos grasas saturadas, como alimentos fritos, azucarados y cremas es una forma de alimentación saludable y en particular para el corazón.

c) Carbohidratos y almidones: no dejes que falten en tus comidas fuertes, pues los carbohidratos te darán energía y los almidones fibra para depurar tu estómago. Básicos: arroz, pasta, papas, pan y cereales.

d) Vitaminas, minerales y antioxidantes: Las verduras, frutas y granos contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales que funcionan como antioxidantes, que previenen enfermedades del corazón y cáncer.

e) Azúcar y sal: Se recomienda el consumo moderado de azúcar, resulta un gran combustible para personas activas, pero en exceso se convierte en grasa. En cuanto a la sal, el consumo moderado es obligatorio también, pues en exceso daña el corazón.

 

4.- No dietas.

A reserva de que padezcas alguna enfermedad en la que forzosamente debas seguir una dieta rigurosa, no es necesario darte un discurso lleno de planes estrictos para mantenerte sano, activo y fuerte. Hacer pequeñas modificaciones en tu alimentación es mejor y más sencillo, pero sin duda es elemental informarte responsablemente.

 

5.- Actívate.

Si combinas una correcta alimentación con actividad física, como algún deporte, gozarás de una vida literalmente más feliz y plena, pues haciendo ejercicio el cerebro genera endorfinas, sustancias que nos hacen sentir relajados y felices. Lo mejor es que, apropiándote de una buena alimentación de por vida, podrás darte de vez en cuando los antojos que quieras y sin riesgos ni remordimientos.

Como ves, nuestro cuerpo es como un avión que necesita combustible y mantenimiento constante para funcionar excelente, si sumas la alimentación balanceada con ejercicio y una actitud positiva desarrollarás tu potencial al máximo.

 

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