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Por: Kathia Cervera

Todas y todos queremos cuidar nuestra piel y, por supuesto, nuestro cabello también. Y es un hecho que, hoy en día, algunos productos tienen demasiados químicos que, lejos de ayudar, podrían estar perjudicándonos. ¿La solución? Optar por productos naturales que, gracias a sus propiedades, hidraten, fortalezcan e incluso restauren daños en la piel o el cabello. Si quieres saber cuáles son los mejores antes de elegir, te dejamos estas 10 opciones. 

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Aloe Vera

Es de fácil absorción, por lo que hidrata la piel de manera casi inmediata. También es excelente para aliviar, calmar la piel y reducir irritaciones o enrojecimientos, incluso quemaduras ocasionadas por el sol. Además, es un gran cicatrizante y analgésico. Esta planta no sólo sirve para prevenir, sino también al momento de tomar acción para contrarrestar algún mal o incomodidad en la piel. Aplicada al cabello también es maravillosa, pues ayuda a evitar la caspa, el exceso de grasa y hasta la caída. 

Aceite de Oliva

Para nutrir, suavizar y reparar el cabello no hay nada igual; incluso para las puntas dañadas. Este producto natural le regresará el brillo a tu cabellera, además de fortalecerla. En la piel, es un hidratante sumamente poderoso que puede eliminar el exceso de células muertas, resultando regenerativo. También es excelente para reducir las líneas de expresión o manchas que podrían aparecer, especialmente en el rostro. 

Yogurt con miel

Esta combinación es una de las favoritas para mascarillas, ya que es muy efectiva para el cuidado de pieles con acné o aquellas más sensibles, aunque favorece a todo tipo de ellas. Al cabello le da un brillo precioso además de hidratarlo profundamente. Son ingredientes sumamente fáciles de conseguir y súper recomendados para cuidar tu piel y cabello. 

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Huevo 

Su mezcla con diversos ingredientes (también naturales), puede fortalecer y revitalizar el cabello eficientemente. También es beneficioso para recuperar el volumen, eliminar el exceso de grasa e incluso combatir la caspa. Para la piel, ayuda a reducir las arrugas, bolsas en los ojos y a eliminar impurezas. Recuerda que la clave de este elemento está en las combinaciones que hagas. Puede ser con leche, miel, aguacate, entre otros. 

Aguacate

El mejor para fortalecer la raíz del cabello y promover la regeneración capilar. Funciona como sellador para las puntas abiertas y puede proteger tu cabello de otros productos químicos. El poder antioxidante del aguacate ayuda a retrasar el envejecimiento de la piel; además, gracias a la luteína y zeaxantina, puede protegerla de los rayos UV. 

Aceite de coco

Devuelve el brillo al cabello, suavizándolo desde la raíz hasta las puntas. Un cuero cabelludo sensible o irritado agradecerá su aplicación. Es ideal para pieles secas porque, además de hidratar, restaura su barrera natural. Ayuda a sanarla y mantenerla libre de microorganismos. 

Cacao

Sus efectos protectores contra los rayos UV son increíbles. No sólo nutre la piel, también la protege de la deshidratación. Es revitalizante, estimulante y, como plus, el chocolate ayuda a liberar endorfinas. En el caso del cabello, las propiedades antioxidantes del cacao le darán más cuerpo y brillo sin esfuerzo, además de que ayuda a mejorar la circulación sanguínea del cuero cabelludo. 

Limón

Hacer un extracto de limón puede ayudar como exfoliante natural, eliminando las células muertas de la piel. Su vitamina C es un golazo, ya que tiene múltiples beneficios, desde ayudar a combatir las manchas hasta unificar el tono de tu piel. En el cabello, es muy bueno para su limpieza, además de darle frescura y aroma al mismo. 

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Aceite de argán

Es rico en vitaminas A y E, con altas propiedades hidratantes para tu piel y cabello. Es de rápida absorción y es un gran aliado para prevenir el envejecimiento, reduciendo arrugas y aumentando la elasticidad de la piel. Resulta un gran acondicionador para el cabello, dejándolo liso, sedoso e incluso, favoreciendo la hora del peinado. Una verdadera joya natural. 

Pepino

En la piel, favorece la hidratación y la producción de colágeno y elastina, ideal para mantenerla lisa y jovial, sin olvidarnos de sus propiedades astringentes naturales. Para el cabello, promueve su crecimiento y ayuda a los que tienden a frizzearse a ser más manejables y suaves, combatiendo también la resequedad. 

En la naturaleza encontramos muchos más beneficios de los que a veces alcanzamos a ver. Es importante mantenernos informados sobre los mejores productos y evitar utilizar los industrializados para proteger nuestra salud. Comienza a incluir estos elementos naturales en tus rutinas y notarás la diferencia de inmediato. No olvides ante todo acudir al dermatólogo.